jueves, 26 de agosto de 2010

Be Happy!

Dieciocho soles y son los modelos que tengo disponible, el llavero cuatro soles… (se va mi atención) … un par de chicos con dreads!. Vuelvo a ponerme los audífonos para seguir con la música. Caminando por ese lugar veo que no había nadie con dreads. Pasaron un par de minutos que seguí observando las cosas que vendían y decidí ir hacia esos chicos. ¡Cómo no olvidar aquella pipa! Muy creativo, era el tío Bob tallando en madera y pintando a tres colores (verde, amarillo y rojo).


Tomé mi tiempo para apreciar las cosillas que vendían porque eran fuera de lo común y eso sí que capta la atención de cualquiera. La conversación con ellos empezó cuando el más flaco dijo: Entra lo justo en la pipa. Lo cual generó una risa en los tres y me contó que junto a su broder gustan de hacer manualidades y venderlas por diferentes puntos de la ciudad. Son fanáticos de la vida sana, vegetarianos, corren olas y no piden “colaboraciones” sobre todo ese detalle. Elías (el más flaco) se presentó y su amigo también, se llama Pedro pero le gusta que lo llamen Cucho. Ellos por las tardes diseñan bocetos y elaboran los artículos para venderlos en las calles a partir de las 6 o 7pm, en ocasiones lo hacen junto a otros amigos que bajan desde Chaclacayo.

Entendí que forman parte de un grupo de personas que se dedican a esta actividad junto con una vida tranquila y siempre en buena vibra con las personas. El año pasado estuvieron 4 meses en Trujillo porque uno de ellos conoce a un grupo de “gringos locos” que hacen la misma actividad y no lo pensaron dos veces para irse a la aventura. Cucho terminó la carrera de marketing en la ISIL y trabajó 3 años en una empresa de merchandising, pero un buen día se cansó para seguir su sueño que son las olas, música y amigos. Elías es profesor de tabla y un gran artesano por convicción, se juntaron un par con ideas interesantes para las manualidades. Bien por ellos. Antes de despedirnos porque debía regresar a mi casa para avanzar mis trabajos, Elías me entregó una tarjeta para contactarlo y hacerle pedidos de artículos Rasta a mi medida, lo cual me pareció genial y sé que algún día (pronto) les encargaré algo. Buena vibra, nos despedimos con una sonrisa en el rostro entre todos.